Empezamos en un café de Malasaña
Febrero de 2019. Tres profesionales del sector financiero nos reunimos porque algo no encajaba. Veíamos cómo personas inteligentes y trabajadoras tomaban decisiones económicas basadas en consejos de amigos o en lo que leían en redes sociales.
No era culpa suya. El sistema educativo español no enseña finanzas personales. Los bancos hablan en un idioma técnico que parece diseñado para confundir. Y los cursos disponibles oscilaban entre lo extremadamente básico y lo académicamente inaccesible.
Así que decidimos crear algo diferente: programas de formación que explican las finanzas como nos hubiera gustado que nos las explicaran a nosotros cuando teníamos veinte años.
